Ayer estaba en un estudio bíblico, al cual asisto todos los viernes. Yo he identificado ese como uno de mis obstáculos durante la semana porque incluye cena, pero por suerte siempre tienen ensalada. El menú de ayer era chili con arroz blanco. Decidí probarlos y me serví 1/4 de taza de cada uno, junto con la ensalada. Al final del estudio siempre nos brindan postres, y tuve la siguiente conversacion con una amiga:
ELLA: no vas a comer postre?
YO: no, no tengo ganas.
ELLA: estas a dieta?
YO: Más o menos, pero no tengo que comer todo lo que vea.
ELLA: come para vivir y no vivas para comer.
En ese instante se me prendió un bombillito! Perder peso no es cuestión de rapidez, es un estilo de vida. Esa va a ser mi nueva filosofía
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